A lo fugitivo, salimos lo más rápido posible de Perito Moreno. Fue algo entretenido jeje, llenamos de nafta (como se le dice aquí a la bencina) y arrancamos hacia la frontera con Chile. A los pocos kilómetros pasamos Los Antiguos, que se veía muy lindo pero no paramos.
Hicimos aduana en el paso fronterizo de Jeinimeni y cruzamos a Chile Chico. Es un pueblo sencillo y lindo, pero no hay mucho para hacer ahí. Nosotros planeamos quedarnos una noche y luego seguir por la Carretera Austral.
Hace un buen tiempo que los habitantes de la zona están descontentos con las injusticias que se le presentan por vivir tan aislados, y finalmente estalló la crisis y comenzaron las manifestaciones y huelgas unos cinco días antes de que nosotros llegáramos a la región. Debido a no tener mucho acceso a internet y menos a televisión nacional no teníamos modo de enterarnos bien de la situación real, por lo que decidimos llegar a Chile Chico y averiguar en persona si podíamos seguir o no nuestro camino por ahí.
Llegamos y buscamos donde alojar... habían hartas opciones pero todos sin estacionamiento, lo que es fundamental para nosotros con la moto. Finalmente encontramos un camping que además tenía hostería y cabañas. Yo estaba algo resfriada hace rato, y con todo el viento y los cambios climáticos de los últimos días, me agarró definitivamente. Estando así, el camping no era buena opción así que logramos regatear un poco el precio y nos quedamos en una pequeña cabañita para dos personas, que tenía una pequeña cocina y un pequeño baño... todo muy justo.
Nos instalamos y salimos a conocer el lugar... recorrimos todo en un par de minutos. Buscamos algo para almorzar, y estaban todos los locales de comida cerrados. No lo entendemos, pero así es en toda la patagonia, todo cierra a la hora de almuerzo y las ciudades se tornan fantasmas. Pillamos un pequeño local dentro de una galería, que vendía pastas frescas y sandwiches y decidimos comer ahí. Estaba totalmente desabastecido y la dueña nos explicó bien la situación. La bencina es carísima, el costo de vida en general y los sueldos son los mismos que en el resto del país. Tienen muchos problemas por vivir tan incomunicados del país, tienen que viajar largas horas y pagar altos costos por atenderse por salud u otro motivo y no perciben beneficio alguno.
Todo lo que piden al gobierno ahora nos parece absolutamente justificado, y lamentamos mucho esta situación. En esos momentos, las cosas comenzaban a agravarse y los caminos estaban cortados con barricadas por manifestantes. No tenían nada contra los turistas, así que probablemente a nosotros no nos generarían problemas al pasar por los sectores conflictivos, sin embargo lo que nos dificultó principalmente fue que no permitían el paso de los camiones (por lo que había desabastecimiento absoluto de bencina en toda la extensión de la carretera austral). Nos alcanzaría ir hasta Villa O'Higgins o Coihaique en la moto, pero luego no podríamos cargar bencina para seguir andando y quedaríamos atrapados al medio del conflicto. Fue una muy difícil decisión de tomar, ya que esta era la parte del viaje que más ansiábamos de la patagonia Chilena. Hace dos años habíamos intentado hacer el mismo viaje y no pudimos por malas condiciones climáticas, ésta sería la segunda vez que la Carretera Austral nos haría la desconocida. Pensamos que podríamos esperar unos días para ver como avanzaba la situación, y si se abrían los caminos podíamos seguir.
Así que nos quedamos una noche más en Chile Chico, aguardando. Mi gripe empeoró y decidimos que sería mejor que hiciera reposo, por lo que me quedé dos días en cama. Roberto consiguió que el dueño del camping nos prestara una tele, y así pudimos ver noticias. Cuando vimos la gravedad del asunto, decidimos dejar la Carretera Austral para nuestras siguientes vacaciones (y así tendríamos una escusa para seguir viajando) y devolvernos a Argentina, cambiando un poco la ruta propuesta.
Después de tres noches, montamos la moto y retornamos a Argentina. Esta fue nuestra real despedida de Chile, ya que no volveremos hasta que concluyamos este viaje en harto tiempo más. El paso por la aduana se sintió diferente, y timbré mi pasaporte por primera vez... marcando nuestra salida definitiva del país. Ahora nos sentimos todos unos viajeros, siendo la moto nuestro hogar y los lugares a conocer nuestro patio.
Ese día cruzamos Argentina, de cordillera a costa, y llegamos a Caleta Olivia. Paramos a almorzar en las Heras, ciudad petrolera, y desde ahí el paisaje monótono de la inmensa pampa Argentina se tornó en máquinas petroleras y tendidos eléctricos. Fue novedoso para nosotros, y bastante impresionante. Caleta Olivia es una pequeña ciudad costera de carácter industrial pero a la vez agradable. Nos quedamos ahí sólo una noche.
Al día siguiente partimos temprano y llegamos a Comodoro Rivadavia, ciudad también industrial y petrolera, pero grande y está como a 80km de Caleta Olivia. A penas llegamos, me dieron ganas de seguir el viaje ya que la ciudad me generó algo de rechazo. Sin embargo, nos quedamos ahí para conocerla. También nos quedamos sólo una noche ahí.
Después nos enteramos que era la ciudad con mayor delincuencia de Argentina, con merecida razón que no nos agradó. Pero nosotros no tuvimos problemas. Nos quedamos en un hospedaje con un dueño muy amable, quien nos aconsejó dejar la moto en un estacionamiento pagado y no en la calle. A la mañana siguiente tocó lluvia, pero decidimos emprender viaje de todos modos ya que eran gotas suaves y nos queríamos ir de ahí... próxima parada: Punta Tombo, a ver la colonia de pinguinos magallánicos más grande del mundo!
me alegra leer sus lineas,aunque atrasadas siempre interesantes. espero se den el tiempo para actualizarlo y llevarlo mas al dia.espero tambien que el resfrio haya emprendido la retirada. continuen avanzando pero no nos dejen sin sus novedades.cuidense.los quiero
ResponderEliminarGracias, es lo que propongo, pero las condiciones de internet no son siempre las propicias y por eso nos atrasamos...Pero ahora falta poco para ponernos al día. La próxima vez que tenga internet lo intentare. El resfrio ya se fue menos mal! Hoy nos vamos a la Península Valdés, a ver si pillamos alguna ballena! Besos
EliminarHola, soy Cristóbal (estuvimos en la misma mesa en el matrimonio de la Koté y Jaime) y he seguido su blog atentamente aunque esta vez es la primera que comento.
ResponderEliminarQue más puedo decir... súper lindo e interesante el viaje. Muchas veces, uno lee historias así (en Internet) de gente de otros países pero hay muy pocos blogs escrito por chilenos sobre viajes. Los felicito de corazón. ¡Saludos!
Muy entretenido, siempre me quedo con gusto a poco, dan ganas de seguir leyendo y conociendo detalles. Gracias por hacernos parte de este viaje.
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