martes, 7 de febrero de 2012

Torres del Paine


Para variar un poco esta entrada la escribiré yo, Roberto. El día miércoles 1 de Febrero Salimos de Puerto Natales rumbo a las tan afamadas Torres del Paine. Salimos tipo 12 desde la cabaña (se suponia que sería mas temprano pero el cargar la moto es todo un cuento). Era un día como todos los que nos han tocado en la patagonia, de lluvias intermitentes, frío y viento, y a veces sol. A penas salimos de la ciudad, aparecieron los famosos vientos de la zona en el camino. Es bastante impresionante, nunca habia manejado con tanto viento... si te pillaba mal sentado te sacaba de la carretera facilmente, pero no es gran problema si uno maneja con precaución y preparado. A esa altura el suizo Guy se nos fué adelantando hasta desaparecer. Al llegar a Cerro Castillo el viento era tan fuerte que apenas nos escuchabamos al hablarnos, las motos no se podian dejar solas porque el viento las botaba al estar estacionadas, y costaba mantenerse en pie, incluso Koala se calló ahí tratando de girar a poquísima velocidad. Seguimos avanzando y el camino se transformó en ripio... ahí me empecé a preocupar de verdad, el viento se sentía aún más fuerte y la moto literalmente se resbalaba  Y así siguieron y aumentaron mientras más nos acercamos al Parque Nacional. 


Ya a varios kilómetros antes de la entrada comenzamos a ver las maravillas de este lugar: paisajes increíbles y manadas de huanacos que se nos cruzaban trotando... increíble! Llegamos a la entrada y pagamos... menos mal somos chilenos! porque para extranjeros cuesta $15.000, para chilenos $4.000. También nos recibió un huanaco "aguachadito" que se paseaba entre la gente como si nada. 


Adentrándonos, cada vez nos impresionaban más los paisajes, simplemente indescriptibles, deben ir para poder entender. Algunos kilómetros más adelante nos encontramos nuevamente con Guy, había entrado por otra entrada y venía en sentido contrario a nosotros. Nos dijo que ya había pagado $15.000 y que el único camping que recibía vehículos, el camping Pehoé, era demaciado caro y que había decidido dar la vuelta e ir hacia Punta Arenas, así que tristemente nos despedimos. Ahora volvíamos a ser cuatro.


Llegamos al camping Pehoé después de recorrer muchos kilómetros de bosque absolutamente quemado. Es realmente triste ver el grado de destrucción que dejó el incendio del parque. Si es tan hermoso así, quemado y todo, no me imagino como podría ser si ese desastre no hubiese ocurrido.

En el camping nos recibieron diciéndonos que eramos los primeros chilenos en llegar en moto, nos sentimos especiales nuevamente, al igual que al viajar en el barco, donde eramos los raros. 
Estábamos medios reacios en quedarnos en este camping ya que el precio es elevado: $8.000 por persona, pero era la unica opción en muchos kilómetros (regateamos hasta lograr que nos rebajaran a $5.000), además el entorno es maravilloso: Se ven muy lindas las torres, el lago Pehoe está a pocos pasos y por otro lado los baños son impecables y la gente que trabaja ahí es muy buena onda, y por si fuera poco, también nos recibieron un zorrito muy confianzudo y muchos tordos, pidenes, pájaros carpinteros... que mejor compañía?




Mientras revisamos nuestras cosas, nos dimos cuenta que el amortiguador trasero de la moto estaba con problemas, se había reventado. De todas maneras, no teníamos forma de arreglarlo hasta llegar a alguna ciudad grande, como Punta Arenas, así que seguimos tal cual.


Aquí descansamos 2 noches y 3 días (durante todo ese tiempo estuvimos totalmente privados de señal de cualquier tipo y el único modo de comunicarnos con la civilización fue con un teléfono satelital, por el cual cobran $1.000 por minuto!). En el día paseamos por el parque: visitamos el lago y glaciar Grey, donde el viento era fuertísimo y las vistas a los icebergs era increíble. En ese mismo paseo pasamos por la Administración de las Torres del Paine, donde Gonzalo Orellana, un Guardaparques, nos dió una muy buena charla sobre varios temas competentes a las torres.


Y después de esas 2 noches, a cargar nuevamente las motos y partimos camino a Punta Arenas, pero no sin antes visitar la Cueva del Milodón, donde quedamos boquiabiertos, nunca pensamos que fuese tan lindo ese lugar. Pasamos a almorzar a Puerto Natales, al Mocho's, y continuamos.


1 comentario:

  1. ¡Es tan entretenido leer las aventuras que andan pasando! Soy feliz por uds, y les deseo mucho mucho éxito en todas las paradas que los esperen más adelante =)
    (Y arregla esa moto luego D: )
    Espero que no viajen con lluvia todo el rato, recuerdo bien lo que era eso =S
    Un abrazo grande a ambos (y ojalá se turnen con más frecuencia quién escribe, es muy entretenido leer los puntos de vista de ambos =) )

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