Cueva del Milodón

Nuestro camino de salida de las torres fue bastante tranquilo. Había muchísimo menos viento que en el día de nuestra llegada, además que nos fuimos por otra ruta. Después de mucho andar, notamos que ya habíamos salido del parque nacional. Jamás notamos donde estaba la salida, se suponía que debíamos registrar que nos íbamos pero no lo hicimos. Nos dió pena despedirnos de las Torres... pero seguro quedan muchos paisajes hermosos por conocer, y ninguno igual.

Camino de regreso a Puerto Natales, quisimos visitar la Cueva del Milodón. No teníamos conocimiento alguno de ese lugar, así que fui sin expectativas ya que generalmente no le encuentro gracia a las cuavas porque son oscuras, húmedas y generalmente repletas de insectos y criaturas. La cueva está sólo a 24 kilómetros de Puerto Natales y ahí todos hablan del famoso Milodón, entonces teníamos que conocerlo.

Al llegar a la entrada del Monumento Natural, lo primero bueno que sucedió fué que volvió a aparecer la señal de telefonía celular. Así que todos llamando a sus familias para avisar que estábamos vivos. Yo creo que fui la más feliz, ya que Movistar me había cortado el servicio por error hace una semana y al retornar la señal, también reapareció mi número.

Luego de eso, entramos a la administración y pagamos las entradas al Monumento. Ahí mismo hay una muestra con la historia del lugar. La forma en la que se creó la Cueva del Milodón es bastante interesante, se creó debido a un glaciar que se derritió en tiempos prehistóricos y luego con los movimientos de agua se fue cavando. La cueva alojaba muchas especies de animales, siendo el principal el Milodón (un mamífero prehistórico). Con el paso del tiempo, la cueva les jugó en contra y los humanos los cazaron hasta su extinción. 

La cueva en sí es absolutamente hermosa. Nunca habíamos visto algo así y estabámos todos impactados, observando lo lindo de las texturas... algunas partes parecían de concreto hecho por el hombre, pero eran aglomeraciones naturales de piedras. También nos sorprendían unas formas que colgaban del cielo, como vegetación que se petrificó. 

El monumento natural se compone de 3 cuevas: la del milodón, la del medio y la chica. Nosotros sólo visitamos la primera, ya que se nos hace difícil caminar con las botas de moto que son muy pesadas e incómodas... y las otras cuevas estaban a más de 800 metros. Cuando salíamos de la cueva, se largó a llover así que arrancamos rápido.

Seguimos nuestro rumbo a Puerto Natales, donde llegamos exclusivamente para almorzar. Nos comimos unos ricos sandwich en un lugar llamado Mocho's, lugar donde habíamos almorzado unos días atrás. Inmediatamente después, seguimos andando. Quisimos llegar a Punta Arenas ese mismo día. 

Esa carretera se pasó en cuanto al viento (aunque nada supera los vientos que recibimos camino a las Torres). Vientos laterales todo el camino, pero todo pavimentado así que íbamos más tranquilos y mi conductor estrella ya se capacitó en la conducción patagónica. Una anécdota del camino es que a la mitad de la carretera había un "monumento al viento" que consistía en 3 esculturas tipo remolinos, bien fome la cuestión pero igual interesante que hayan considerado crear ese monumento. Los paisajes constantemente hermosos, yo no me aburrí de observar. Pillamos flamencos, ñandúes, aves carroñeras, infinitas ovejas, vacas y caballos silvestres. 

Otra anécdota del camino es que nos pararon por primera vez los carabineros, para un control regular. Lo chistoso es que nos pararon a nosotros, que veníamos adelante y nuestros amigos pararon trás nosotros, pero no vieron una zanja que había y se cayeron de costado (por segunda vez), al lado de los carabineros. Todo fue en camara lenta y no les pasó nada pero fue bien chistoso. (nos van ganando 3-0). Los carabineros eran bien simpáticos y nos pararon porque estaban aburridos y querían conversar, hablamos un buen rato con ellos y nos fuimos sin problema.

A medida que iba atardeciendo la temperatura iba bajando y el la velocidad del viento subiendo, pero nada que no se pueda soportar, ademas estamos bien preparados contra el frío!... pero de todas maneras queriendo llegar pronto al destino. Llegamos tipo 9pm a la casa de un conocido de la Fita, quien amablemente nos acogió a los 4 en su casa por varios días. Es militar, así que nos quedaremos en una villa militar (por eso no subiré fotos de este lugar). Cuando llegamos, no estaban los dueños de casa y nos recibió el vecino José. Nos instalamos cómodamente, cocinamos, comimos y a dormir calentitos con la estufa. Relajo.