jueves, 22 de marzo de 2012

Capitales


Camino a La Plata volvió a llover y de nuevo nos mojamos, pero mucho menos que en ocasiones anteriores. Paramos a almorzar a mitad de camino en un parador (que le dicen a los restaurantes de camino) y también paramos para cargar la moto. Llegamos a la ciudad de La Plata a las 17:30 e hicimos hora hasta las 18:00, hora en la que mi amiga llegaría a su casa después de clases. 

Fue muy rico que nos recibieran mis amigos. La Nato es mi amiga hace años (aunque nunca hablamos, siempre le he tenido cariño) y hace algunos años se mudó a Argentina a estudiar en la universidad. Su pololo, Andrés (a quien conocí como Kb y antes que a la Nato) se mudó poco después a hacer lo mismo y ahora viven juntos. Ambos nos acogieron en su departamento recién estrenado, ya que se mudaron desde el otro extremo de la ciudad sólo 3 días antes de nuestra llegada. Se pasaron en acogernos entre tanto agetreo! Ademas da la casualidad que Andrés es amigo del hermano de Roberto y se conocían de antes.
Nos instalamos con nuestros sacos de dormir y nuestros colchones inflables a un costado de su cama, en su habitación. Esa noche nos invitaron a unas pizzas y conversamos hasta tarde. Nos sentimos muy cómodos con ellos, su perro Guacho y su gatita Nina... toda una familia. 


La mañana siguiente salimos a conocer el centro de la ciudad y, como se ha hecho costumbre últimamente, caminamos por horas. La Plata es capital de la provincia de Buenos Aires, y fue diseñada antes de ser construida... por lo que es muy ordenada. El eje central de la Ciudad se conforma por edificios de importancia histórica y todos muy lindos, por lo que nos entretuvimos por un buen rato sacando fotos. 



Lo que más nos cautivó fue la catedral, realmente hermosa. Es la catedral Neo-Gótica más grande de latinoamérica del siglo XX. Nos intrigaron tantas estatuillas y esculturas plasmadas en las frontis y en los interiores... la iluminación natural y la amplitud. 

Al otro día fuimos en la moto a conocer la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina. El primer lugar al que nos dirigimos fue el Mall Alto Palermo, ya que teníamos que ir a retirar una encomienda a DHL. No lo había mencionado antes en este blog, pero a Roberto se le quedó el pasaporte en su casa (en Santiago de Chile) y nos dimos cuenta de esto cuando estábamos en Ushuaia... el extremo del mundo! Lo que pasa es que él tiene dos pasaportes: uno antiguo y uno nuevo... y trajo el antiguo por error. Esto no nos afectó hasta Argentina debido a que el tratado de Mercosur nos permite viajar entre ambos países con la Cédula de Identidad en vez del pasaporte, pero para el resto de nuestro viaje era claramente un documento imprescindible. En todo caso, era fácil solucionar el problema pidiéndole a la mamá de Roberto que nos lo enviara como encomienda. Así que fuimos al DHL a retirarlo... y cuando llegamos surgió otra complicación, lo habían retenido en la oficina central. Así que tramitamos que lo redireccionaran a otra oficina más cercana para retirarlo otro día.


Dejamos la moto estacionada por ahí y fuimos en Subte (Metro) a conocer el sector llamado Microcentro donde queda la Plaza de Mayo y todos los hitos más característicos de la capital argentina. Caminamos bastante... conocimos el Obelisco, la Casa Rosada, el Museo de Bicentenario, entre otros. Todo lindo, mucha gente y mucho turista sacando fotos. 

A las 18:00 tuvimos que correr de vuelta a buscar la moto y luego cruzar la ciudad hasta el barrio Belgrano, para comprar un nuevo neumático trasero para la moto. El anterior estaba totalmente liso y no queríamos arriesgar un pinchazo innecesario. Roberto fue muy astuto y lo compró por Mercadilibre, lo que nos ahorró al menos $20.000 pesos chilenos... muy bien!
Después de eso ya era casi de noche y teníamos mucha hambre ya que prácticamente no habíamos almorzado... así que paramos a cenar. Encontramos un lugar que nos pareció bien y comimos unas tortillas españolas que estaban muy ricas. De ahí nos devolvimos a La Plata, que está como a 60km desde el centro de Buenos Aires.
A la mitad de la noche ambos nos despertamos intoxicados... malditas tortillas!! Tan ricas, pero tan dañinas! Dormimos muy mal y la mitad del día siguiente no pudimos hacer nada. 

A la tarde, cuando ya nos sentimos algo mejor, salimos a dar algunas vueltas en la moto. Nuestros amigos nos habían dicho que fuéramos al Bosque... es un parque dentro de La Plata, así que lo fuimos a conocer y nos agradó bastante. Por ahí están las facultades universitarias, un museo, un observatorio, un anfiteatro medio abandonado, una laguna... esculturas y por supuesto que muchos árboles.


Habíamos acordado hacer algo todos juntos esa noche, ya que era nuestra última noche con ellos... y decidimos armar un picoteo en la casa. Como habíamos estado mal del estómago, lo hicimos simple. Conversamos mucho y lo pasamos muy bien hasta tarde. Les agradecemos de corazón el hacernos sentir tan bienvenidos en su hogar! 


Nos dio pena irnos, pero había que seguir... y, luego de 5 días, empacamos todo y nos fuimos a quedar a Buenos Aires. Ese día finalmente logramos recuperar el tan deseado pasaporte!!!


Esa noche nos acogió en su hogar Nicolás, amigo del papá de Roberto, quien vive en uno de los extremos de la ciudad junto a su papá, hermana y 2 gatitas. Debido a que nos fuimos a quedar ahí, la hermana se quedó en casa de su novio y Daniel (el papá) se cambió a su pieza, dejándonos la suya! Nos sorprendió este gesto tan de confianza, siendo que no nos conocían. De esta forma nos recibieron a penas llegamos... y nos sentimos en casa inmediatamente. Incluso la moto (quien durmió en el living) estaba a gusto.



Teníamos ganas de conocer mejor la ciudad, ya que es inmensa y hasta el momento habíamos conocido un porcentaje mínimo, por lo que al otro día tomamos un bus turístico. El circuito dura 3 horas si es que uno nunca se baja, pero tiene 21 paradas en las que uno se puede bajar a conocer y luego subirse al siguiente bus de la empresa. Nosotros nos bajamos sólo en 2 lugares: el barrio típico de Caminito y el barrio Chino. Ambos nos encantaron! Vimos lo demás desde el bus descapotable. Es una bonita experiencia. 




Esa noche llegamos tarde a la casa, donde nuestros anfitriones nos esperaban con una rica cena. Compartimos harto y realmente lamentamos habernos quedado tan poco con ellos ya que nos encariñamos rápidamente, pero a la mañana siguiente teníamos pasajes para un barco a Uruguay. 



Queremos agradecer nuevamente a todos nuestros cariñosos anfitriones... son lo máximo!

2 comentarios:

  1. me alegra que todo este saliendo bien,cuidado con los caminos que vienen.besos!

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  2. algo de esa arquitectura antigua es genial

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