domingo, 22 de abril de 2012

Ubatuba "O melhor lugar do mundo é aqui!"


Hace 4 años Roberto hizo su primer viaje en moto, en el cual llegó hasta el Cuzco, Perú. Durante su travesía rumbo al norte, 4 motoqueros vestidos con cuero lo detuvieron para pedir información de ruta. Iban en 2 motos. Su primera impresión fue chistosa, ya que él pensó que eran "piratas del camino" o algo similar... pero a la poca conversa se dio cuenta que no era así. Decidieron seguir el camino juntos por unas horas, hasta que sus rutas se bifurcaran... pero el lazo quedó hecho, además de una invitación de alojar en casa de dos de ellos si alguna vez pasara por Ubatuba, Brasil. Y así fue! 

Después de São Sebastião, partimos rumbo a la casa del amigo "Indio Velho" -como se hace apodar Carlão- el amigo de Roberto. El camino costero entre Praia Toque Toque Pequeno y Praia Grande de Ubatuba es realmente hermoso: curvas constantes, altos y bajos, floresta contínua y sobretodo la más maravillosa vista de playas y mar que se aparece tras cada curva. 


Esto también le quita velocidad al manejo y nos demoramos bastante en llegar hasta nuestro destino. Después de perdernos un poco dentro de la ciudad y pedir indicaciones más de una vez, llegamos a la casa alrededor de las 8pm. Indio Velho y su esposa Sonia nos recibieron con una felicidad notable, ya que pensaron que nos había pasado algo por nuestro retraso, y nos invitaron a pasar e incluso a cenar. Yo no los conocía pero me sentí acogida inmediatamente. Viven en una casa hermosa, trabajada y arreglada por ellos mismos. Es muy grande (tiene camas para 15 personas) pero sólo viven ahí ellos dos, su hijo Pedro y su perrita Amy Winehouse. 


Ellos arriendan la casa por temporadas y fines de semana. Nosotros llegamos el día Jueves antes de Semana Santa, por lo que justamente ese día llegaría una familia que había arrendado la casa para el fin de semana largo. Cuando la casa se arrienda ellos habitan una pequeña casita aledaña a la casa grande, perfecta para ellos pero no lo suficientemente grande para recibirnos ahí. Nosotros no sabíamos esto antes de ir y les dijimos que no teníamos problema en buscar un alojamiento por ahí, pero ellos ya habían previsto la situación y nos acomodaron en un departamento donde estaban quedándose por vacaciones un hijo de ellos (Moreno) y su polola (Denise). Así que por todo el fin de semana nos quedaríamos ahí, y desde domingo en la noche estábamos invitados a la casa. Nosotros no queríamos inconvenir a nadie, pero Moreno y Denise resultaron ser muy amables y nos sentimos a gusto de inmediato. 
Esa noche nos instalamos en el departamento, nos duchamos y conversamos mientras comíamos fruta brasileña. Fue divertido tratar de conversar en más "portu-ñol" que español y aprendimos varias palabras nuevas, además de enseñarles algunas en español chileno. 

Nuestros anfitriones Carlão y Sonia nos tenían varios panoramos planeados para el fin de semana, por lo que a la mañana siguien despertamos temprano y fuimos todos juntos (ellos en su moto, nosotros en la nuestra, y Denise con Moreno en camioneta) a una playa que queda a unos 20km de Praia Grande, llamada Prumirin. A ellos les encanta esa playa y a nosotros también nos fascinó. No sabemos si es siempre así o no, pero había una tranquilidad inmensa con muy pocas personas. El cielo estaba nublado y amenazaba con llover... por lo que no hacía demasiado calor y fue agradable. Carlão conocía a la gente de un pequeño local de comida y tragos que estaba en la playa misma y un garzón nos atendió en la playa, llevándonos las cosas hasta nuestro quitasol. Comimos pastéis de camarão (empanadas de camarón), ellos bebieron cervezas (ya que en Brasil está permitido beber alcohol en cualquier lugar) y me regalaron una caipirinha de morango (frutilla) demasiado fuerte, que compartí con todos los demás jajaja. Nos sentimos muy descansados.


Después de la playa, nos fuimos los cuatro en las dos motos a recorrer un poco los alrededores y nos llevaron a conocer una cachoeira (cascada) muy linda con varios niveles de roca y piscinas naturales. Roberto y Carlão incluso se bañaron ahí. Es chistoso como acá todos encuentran el agua helada y nosotros, que estamos acostumbrados a las playas chilenas, siempre lo encontramos calentito. 
Cuando nos volvimos a subir a las motos, comenzó a lloviznar... y al poco andar llovió con más fuerza. Nadie se inmutó ya que están super acostumbrados a esas lluvias, tan características de Ubatuba. A nosotros tampoco nos molestó porque era lluvia tibia y agradable para refrescar la piel... tan contraria a las lluvias santiaguinas. Seguimos recorriendo así en las motos mientras nos daban un paseo por el centro de Ubatuba. 

El día siguiente también nos tenían otra playa como panorama, pero ya que había llovido mucho pensaron que podía seguir así y optamos por ir a la playa grande, que está a tan solo dos cuadras del departamento donde alojamos. Esta playa es totalmente contraria a la del día anterior... ya que estaba colapsada de gente, y eso siendo temporada baja. Como lo dice su nombre la playa es bien grande, en longitud, pero es bien angosta también. El nivel del agua subió muchísimo mientras estuvimos ahí y nos tuvimos que correr como cuatro veces. La arena es gruesa y rica para meter los pies, hay hartos locales de comida, puestos donde venden bikinis y ropa de playa, y muchísimos vendedores ambulantes con artesanías, lentes de sol y comida. Comimos varias cosas ricas, como abacaxi havai y pastéis feitos. Además, en uno de los puestos adquirí un nuevo bikini más a tono al lugar y un pareo colorido (para dejar de usar la misma toalla para ducha y playa, y es muy práctico ya que se dobla pequeñito y seca rápido!). 



Esa noche nos reunimos todos en el quincho del edificio para un rico asado, o como le dicen aquí churrascos. Invitaron también a Arthur y Katia, las dos personas que iban en la otra moto esa vez hace cuatro años en que Roberto conoció a Indio Velho. Ellos estaban muy motivados con vernos y hacernos preguntas de nuestro viaje. Lo más entretenido para mí fue ver la reacción de ella cuando me preguntaba cosas de mujer, como "cuánta ropa se lleva sobre una moto para viajar un año entero?". 

El domingo salimos una vez más a una playa diferente que queda a pocos kilómetros. Se llama Praia Cedro y para acceder a ella hay que hacer un trecho a pie en bajada, que a la vuelta claramente es subida. Pero vale la pena, porque es muy bonita. Da la sensación de estar escondidos, encerrados entre cerros. Casi no tiene olas. Lo único fome es que al estar entre tantos árboles, el agua y la arena están sucios con hojas y hay muchas abejas e insectos. 
Pasamos otra tarde de relajo, tomando sol, picoteando pescado, y bañándonos. Qué vida! 
Después de la playa, nos llevaron a conocer más lugares de Ubatuba... paseamos por barrios bonitos, la costanera y un muelle desde donde se ve la ciudad desde el frente. Todo muy lindo. 




Esa noche nos mudamos desde el departamento de Denise a la casa de Sonia y Carlão. Nosotros planeábamos en un principio continuar nuestro viaje el lunes en la mañana... pero ellos no querían que nos fuéramos. Y decidimos quedarnos un poco más para poder compartir con ellos en su propia casa. Denise y Moreno se devolvieron a sus casas el lunes (ella vive en Campinas y él en Agudos, dos ciudades más al norte de Brasil), así que nos despedimos ese día. Fue muy agradable sentirnos acogidos por ellos, siendo que eran los últimos días de sus vacaciones... y se los agradecemos muito muito. 

El lunes, al ser día de semana, estuvimos por nuestra cuenta. Sonia tenía que trabajar y Carlão hacer unos trámites... y nosotros aprovechamos de dormir hasta tarde y salir a caminar. Caminamos muchísimo ese día. Nuestra meta era llegar hasta el Trópico de Capricornio... lo habíamos pasado unos días antes, pero como estaba lloviendo no sacamos fotos. Todas las tardes llueve o amenaza con lluvia en Ubatuba (después supimos que le dicen "Ubachuva", o sea Uballuvia), así que caminamos rápido para no devolvernos totalmente empapados. Este es el primer trópico que cruzamos en nuestro viaje, y nos hace recordar que aún no pasamos el límite norte de Chile... ya que el Trópico de Capricornio pasa por la altura de Antofagasta! Wow, y llevamos 11.000 km andados ya!



El martes, lo mismo... salimos a recorrer, pero con la moto. Fuimos hasta el centro de Ubatuba y recorrimos. Además caminamos por la costanera, tomamos ricos sucos 
(jugos) naturales y compramos un sticker de Ubatuba para ponerla en la moto junto a nuestra colección que va aumentando. 




Esa era nuestra última noche con nuestros amigos. Ellos querían que nosotros nos quedáramos hasta el fin de semana, para hacer alguna despedida... pero nosotros teníamos que seguir andando. Nunca habíamos estado tantos días en un mismo lugar, acá nos quedamos exactamente una semana. Para despedirnos, hicieron un buen asado en el quincho de la casa, junto a su hijo Pedro, Arthur y Katia. Fue bien emocionante, nos encariñamos mucho... y como dice Indio, ahora somos "amigos de corazón". Nos hicieron varios regalos: un pareo de Brasil y una bandera brasileña, y más especial aún, nos nombraron miembros de su moto-club. Incluso nos regalaron la insignia bordada, que va en la espalda de la chaqueta motoquera. Jamás nos esperamos algo así. Fue muy lindo, y algo triste... pero nos llevaremos hermosos recuerdos y sabemos que nos volveremos a ver, quizás en Chile! 

Indio Velho Moto Club Internacional
La mañana del miércoles partimos temprano, pero nos fuimos acompañados! Carlão y Sonia nos acompañaron los primeros 70km del camino, hasta Paraty (ciudad histórica), donde nos detuvimos a almorzar algo chico y mirar un poco. Es una de las ciudades más antiguas de Brasil y es muy linda. 



Después de eso, nuestros caminos se separaron... ellos devuelta a Ubatuba, y nosotros hacia Niteroi. Nos dio pena... todo fue tan lindo, nos sentimos tan queridos por ellos... mucho más allá de lo que pudimos imaginar. Sinceramente y de corazón, gracias!!! 


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3 comentarios:

  1. Perro-chiko22/4/12, 19:31

    PUTA EL LUGAR LINDO !!!!
    y,me alegro un kilo, por uds. por la aventura que estan viviendo, y las personas que han encontrado en el camino... y como reza el dicho... si tengo amigos. pa que quiero dinero..?!! jajaj bueno un poquito... jajaj... Que filete tener amigos asi.. bueno.. ley de la vida... las personas "de bien".. de verdad... se atraen... yo creo que x ahi va, el cariño con que los acogen... Cuidense.. sigan pasandolo bien... Buen viaje.. y hablamos.. ! un Abraziño zaplajiño y danieliña garotiña !! XD !

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  2. pero QUE buena historia y experiencias de vida!!! se paso! mil amistades tendran a la vuelta

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  3. Gracias a ambos por sus comentarios!!! Es verdad... pa que mas? Los amigos son lo mejor y este viaje nos lo recalca constantemente. Aun faltan muchas historias por redactar, pura gente buena de corazon en el camino!

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