Un día de descanso

Ayer nos quedamos todo el día en Villarrica. Aprovechamos la mañana para hacer trámites pendientes, como sacar el permiso de circulación de la moto, desafiliarse de la isapre, salirse del plan de celular y comprar un alargador que hacía falta para acampar. 

Después de almuerzo llegó lo entretenido. El papá de Roberto nos invitó a andar en velero por el lago. Yo jamás había andado en uno, pero Roberto cuando chico competía en regatas y le encanta. Me encantó la experiencia, relajante para mí que no participé en las maniobras por no entender nada. 

A la tarde-noche salimos a recorrer Villarrica a pie. Hay una cantidad tremenda de ferias artesanales para visitar y están llenas de cosas bonitas, les recomiendo que se den una vuelta por acá si pueden. Como nosotros andamos de viaje y con muy poco espacio para equipaje, tuve que limitar mi característico consumismo en este tipo de lugar y sólo compramos cosas ricas para comer, jugo natural y helados. 

Nos encontramos con el buen amigo de Roberto, Gastón, quien nos llevó a una feria Costumbrista muy buena en el Rodeo de Villarrica. Había una muestra gastronómica que daba hambre con el puro olor, productos artesanales y también crianza de animales y plantas, además de un show de huasos en el escenario. 

Fue un súper buen día. Lo negro de la jornada empezó a las 4am, cuando Roberto se despertó con un tremendo dolor renal... y tuvimos que partir a la urgencia pública. No es primera vez que le sucede, así que sabíamos con claridad que se trataba de un cálculo renal. Le colocaron nefersil a la vena, y después de 3 horas y media en la urgencia, volvimos a la casa a dormir. Ahora el ya se encuentra bien.

Cambiamos nuestra partida a Puerto Montt para mañana, para que nuestro conductor descanse antes de andar! Así que hoy será una tarde de relax y mañana los vuelvo a actualizar. Saludos!!