martes, 23 de octubre de 2012

Nuestra Pasada por la Costa Mexicana

Como les comenté al final de la entrada anterior, desde este punto nuestro rumbo por México cambia totalmente ya que nos dirigimos hacia la costa y las playas de este gran país. Nuestro primer destino en este trayecto fue Puerto Vallarta, playa extremadamente turística de la riviera Nayarit. El camino hasta ahí fue muy similar a los tomados por nosotros anteriormente (caminos secundarios, pasando por campos y pueblos).



Entrar a la ciudad hizo sentirnos inmediatamente en un balneario, con la avenida principal tapizada con palmeras por ambos lados, aire marino y muchos turistas.


Nuestra preocupación aquí era encontrar un hotel barato, ya que los balnearios turísticos en temporada alta son cosa difícil! A penas llegamos, encontramos una promoción buena en un hotel que lamentablemente estaba repleto. Luego fuimos directo a uno que tenía muchísimos anuncios en la carretera a un precio muy económico. Al encontrarlo, nos dijeron que los precios publicados no eran válidos ya que era temporada alta... publicidad engañosa!!! Y además la persona que atendía era extremadamente pesada, así que nos enojamos y nos fuimos a seguir con nuestra búsqueda. 

Se podría decir que Puerto Vallarta está dividido en dos partes debido a un pequeño río, y que a un lado se encuentran los hoteles high y las casas elite y al otro es más accesible, con hoteles más pequeños y negocios más humildes. Cuando nos dimos cuenta de esto, obvio que nos dedicamos a buscar alojamiento en el lado accesible. Encontramos varias opciones buenas y baratas... pero con un gran problema para nosotros: todos sin estacionamiento. Nos dijeron que no había problema al dejar la moto afuera, "que era seguro", pero nosotros no nos confiamos de hacer eso porque si pasa algo con la moto se nos arruina todo el viaje. En dos lugares nos dijeron que podíamos entrar la moto al lobby... excelente! Pero no tan sencillo, ya que las calles tenían veredas altísimas con escalones y otros obstáculos (como jardineras justo en frente de la puerta de acceso) y con nuestra moto no había modo para lograrlo. Nos cansamos de tanto bajar y subir de la moto para preguntar tarifas y condiciones... y nos dimos por vencidos para encontrar algo en ese sector. 

Hacía un calor demoniaco, lo cual hacía esta búsqueda más tediosa. Finalmente encontramos un hotel en el otro lado del puente, donde estaban los hoteles caros, y logramos conseguir un precio más accesible y con estacionamiento. La recepción estaba colapsada de gente ya que había llegado un grupo en bus turístico justamente antes que nosotros (tuvimos mucha suerte que quedara una habitación libre) y tuvimos que esperar bastante antes de poder instalarnos en la habitación. 


Cuando lo logramos, ya estaba anocheciendo. La foto superior es la vista en ese mismo momento, desde el pasillo exterior a nuestra habitación... a pesar del calor y del cansancio, esa vista nos hizo sentir en casa y listos para comenzar a disfrutar de esas playas! Esa tarde sólo bajamos a comprar unas cosas chicas para comer en un minimarket y subimos a descansar. El calor hizo que nos agotáramos.

El día siguiente fue de paseo por la ciudad. Nuestro hotel estaba a unas 5 cuadras de la playa, así que pudimos llegar facilmente caminando y no teníamos ganas de subirnos a la moto así que decidimos recorrer toda la ciudad a pie. 



A penas llegamos a la playa, nos encontramos con vendedores ambulantes y personas ofreciendo tatuajes de henna y las características trenzas. Yo siempre había querido hacerme trenzas en toda la cabeza pero pensaba que era muy caro ya que tenía cabello muy largo. Como ahora tengo pelo corto, me decidí a hacérmelas en la costa mexicana (ya que es muy típico para los turistas). La primera mujer que me ofreció el servicio me ofreció un precio tan bueno, que me las hice de inmediato!



De ahí encontramos el "malecón", donde hay muchos restaurantes, tiendas elite y de souvenirs, y mucho turismo. Todo es muy bonito y agradable (excepto que todos los comerciantes nos perseguían hablándonos en inglés pensando que éramos gringos y cuando les respondíamos en español nos seguían tratando como gringos!). Al seguir caminando llegamos al centro, con la plaza principal y su catedral hermosísima.


Disfrutamos el resto de la tarde tendidos en la playa, donde los vendedores ambulantes ofrecían de todos los artículos posibles, todos los alimentos posibles y todos los servicios posibles también. Los que más nos agradaron fueron los mariachis quienes cantaban ahí mismo en la playa, dedicando serenatas a las familias y grupos de amigos que se los pidieran.



Más tarde volvimos caminando al hotel (nos habíamos alejado bastante y nos perdimos un poco) y había noche de música en vivo en el techo del edificio. Así que aprovechamos de cenar ahí, mientras disfrutamos del atardecer.


El día siguiente quisimos seguir camino por la Riviera Nayarit hasta San Blas, pero primero hicimos parada en la playa Sayulita donde nos encontraríamos con nuestro amigo Arturo (cuñado de Roberto). Él trabaja para el canal de televisión mexicana Ritmoson Latino (que se ve en muchos otros países latinos). Nos reunimos con él y su equipo de trabajo mientras grababan en esa playa y nos hicieron una entrevista para un programa. La entrevista ya salió al aire, así que es posible que alguno de ustedes nos haya visto en la pantalla chica!


A pesar de que nos detuvimos en esa playa para encontrarnos con ellos, disfrutamos mucho ese lugar. La playa es muy linda y se ve como un buen lugar para vacacionar, sobretodo si te gusta el surf.



Luego de eso seguimos nuestro camino hasta la pequeña ciudad de San Blas, por lugares bellos y muy calurosos. Al llegar ahí, nos juntamos con una amiga de Arturo quien es chef principal en el mejor hotel de la ciudad. Con ella conversamos un ratito corto ya que tenía que volver a trabajar y nosotros queríamos refrescarnos y sacarnos nuestros tediosos trajes de moto. Nos recomendó varios lugares para visitar en nuestra estadía en el lugar: las playas (conocidas como paradisíacas), nos dijo que personalmente la playa El Borrego era su pequeño paraíso en la tierra y que debíamos verla, también nos recomendó ir a ver el cocodrilario y un par de lugares más. Además nos recomendó un par de hoteles buenos, bonitos y baratos en los cuales nos podríamos quedar. Despidiéndonos de ella y agradeciendo la buena onda, nos fuimos a buscar hospedaje. Llendo directo a los hoteles recomendados, nos encantó el precio del primero pero no tenía aire acondicionado (y no es por dárnoslo de muy importantes ni nada, pero en ese lugar ese día... eso era algo imprescindible!). El segundo lugar, que pertenecía a la mamá de la dueña del primer hotel, sí tenía aire acondicionado, además de ventilador de techo y estacionamiento. Así que agradablemente encontramos hospedaje rápidamente sin embargo no podíamos más con el calor y, en vez de salir a conocer los lugares que nos recomendaron, nos quedamos para refrescarnos con el aire. 



Más tarde, cuando bajó el sol, salimos a comer a la plaza principal y a disfrutar del ambiente. Más temprano no había gente en las calles y a esta hora estaban todos paseando. Lamentablemente teníamos planeado seguir viajando al día siguiente así que no conocimos nada de lo que nos fue recomendado! Pero por lo que sabemos, San Blas es un lugar muy prometedor... de turismo más tranquilo así que de todos modos lo recomendamos (de hecho recomendamos toda la Riviera Nayarit, para que la conozcan a fondo con sus playas maravillosas). 


Nuestro siguiente destino fue Mazatlán, también balneario pero ya más al norte que la Riviera Nayarit, en la costa del estado de Sinaloa. Llegamos directamente hasta un hotel que habíamos encontrado por internet y mágicamente los precios publicados eran los verdaderos, así que nos quedamos ahí. El hotel Belmar, bastante antiguo, está en frente de la playa en una excelente ubicación y tiene precios muy accesibles (por lo mismo, estaba repletísimo). Las habitaciones son muy espaciosas y tienen aire acondicionado, pudimos estacionar la moto bajo techo, y hay hasta piscina (la cual siempre estaba llenísima obvio). La verdad es que se notó que es un hotel que alguna vez fue espectacular y ahora está en decadencia... pero para nosotros, estaba más que perfecto. 


Una vez más, hacia demasiado calor... pero esta vez, en vez de encerrarnos con el aire acondicionado, optamos por salir a disfrutar de la playa que teníamos en frente. Así que salimos inmediatamente, cruzamos la calle y nos metimos al agua! Estaba deliciosa excepto que habían muchas piedras en el fondo... con unos zapatos habríamos estado mejor. 


Disfrutamos de la playa bastante rato y luego volvimos al hotel, a disfrutar de la piscina! Estaba repletísima de gente por lo que no duramos mucho en el agua, pero nos sirvió para sacarnos la arena... y luego volvimos a la habitación a sacarnos el cloro de la piscina con ricas duchas. Definitivamente nos quitamos el calor! Más tarde volvimos a salir y alcanzamos a disfrutar de la puesta de sol.


Decidimos caminar por la costa hasta lo más lejos que nos diera el ánimo y nos encontramos con muchísima vida (ya que toda la gente pasea luego de que se va el calor, y en época de vacaciones como ahora más aún). Lo primero que vimos fueron clavadistas tirándose desde lo alto de las rocas, por la exclamación del público y una contribución voluntaria de dinero. Los mexicanos son famosos por ser buenos clavadistas y esto fue muy interesante de ver.

Caminando por el "malecón" nos encontramos con decenas de carritos de comida (jugos de frutas, hot dogs, salchi-tacos, algodones de azúcar, helotes, raspados, y mucho más), vendedores ambulantes de juguetes y artesanías, miles de personas paseando y simplemente el lugar repleto.



Al seguir a lo largo de la costanera, nos sorprendimos cómo gente se seguía bañando a esas horas en el mar y las playas seguían repletas. También pasamos por la caleta de pescadores y seguimos caminando bastante rato. Pensábamos caminar hasta la parte supuestamente más llamativa de esta ciudad, que es donde están los resorts, pero nos fue imposible! El borde costero es extremadamente largo y con subidas y bajadas. Pensamos devolvernos en "pulmonia" que es un tipo de taxi característico del lugar, pero no encontramos ninguno disponible así que nos devolvimos caminando y, como teníamos bastante hambre a esa altura, nos detuvimos en el malecón y comimos unos "salchi-tacos" muy ricos y baratos.




La mañana siguiente fue hora de continuar el viaje. No encontramos alternativa buena para irnos por todo el rato por la carretera libre, así que tomamos la con cuota por un tramo y la libre por el resto. Hay un sitio web mexicano que permite ver las cantidades de peajes y sus precios en cada tramo, así que como vimos donde estaban y pasamos sólo uno de $40 pesos mexicanos (unos $1.500 pesos chilenos). Al rato pasamos el último trópico que nos faltaba cruzar: el Trópico de Cáncer.



Anduvimos varias horas y llegamos tipo 5pm a la ciudad de Los Mochis. Entramos por la avenida principal de la ciudad e inmediatamente nos encontramos con un hotel que se veía bueno. Aún hacía muchísimo calor y queríamos bajarnos de la moto luego. Por suerte, el hotel tenía buen precio y la habitación estaba perfecta. Nos instalamos ahí y no salimos hasta la noche cuando compramos algo para comer en un Oxxo (cadena de minimarket que hay en todas las ciudades y que están siempre abiertas).

Hace un rato que la cadena de la moto estaba soltándose muy rápido y no nos quedaba ninguna de repuesto, así que la mañana siguiente Roberto fue en busca de una a modo de precaución. También compró lubricante de cadena (la debemos lubricar cada 500km por lo que se nos gasta rápido), así que quedamos preparados por si algo fallaba más adelante (siempre hay que andar preparados para cualquier adversidad). Al mediodía desalojamos la habitación, y seguimos rumbo hacia el interior... encaminándonos a la frontera con Estados Unidos, por el desierto de Sonora, México.

4 comentarios:

  1. Que lindos lugares, me encantaron las playas Mexicanas que nos mostraron.
    Sigan adelante chicos y mandennos noticias de vez en cuando. besos

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    1. si tía, son preciosas esas playas! Estamos tratando de actualizar al máximo, pero falta bastante para estar al día! Besos

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  2. Leyendo nuevamente vuestra bitácora... me entretengo mucho leyendo sus aventuras, no dejen de compartirlas. Desde Rancagua - Chile un gran abrazo de otro KLRerro.- :)

    Orlando

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  3. Muchas gracias Orlando! Estamos intentando actualizar esto más seguido, pero como hacemos tantas cosas hace falta tiempo para escribir :) Gracias por leernos!

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